La izquierda caviar y los Papeles de Panamá

Francia acapara una gran tradición en democracia y los franceses han desarrollado un especial olfato para detectar toda clase de impostores o aprendices de brujo que hacen presencia en la sociedad o en la política francesa. Tras aquellas jornadas memorables de Mayo del 68, una izquierda nueva irrumpía en Francia con postulados novedosos que atrajeron buena parte de la juventud. El rancio comunismo de la postguerra parecía postergado por esta nueva ola de jóvenes ilustrados que propiciaban un modelo político y social diferente. Algunos se quedaron alimentándose de la nostalgia y envejecieron sin aportar nada memorable a su tiempo. Recodamos aquellos Daniel Cohn Bendit, Alain Gaismar o Jacques Savaugeot, y como se disolvieron en sus contradicciones.
El gran desarrollo económico en la Europa democrática fue una feliz realidad propiciada por la decidida apuesta de EE UU por asentar en suelo europeo una economía de mercado. El capitalismo de la posguerra se adueñó sin demasiados problemas de este incipiente mercado europeo, y la dinámica de esta economía propició décadas de prosperidad y estabilidad política con importantes avances sociales en la Europa democrática. Comenzaba el llamado Estado del Bienestar que restó argumentos a la vieja izquierda revolucionaria. Puede que por estas razones y otras, la izquierda se refugió en algunos tópicos. Y surgió otra izquierda que aprovechó a fondo las oportunidades de una economía libre, y adoptó sin rubor el lujo y el confort dando vida a lo que ahora llamamos «beautiful people». Esta izquierda se asentó en figuras del arte escénico, periodistas y escritores, y penetró en la cultura francesa y europea con un toque «chic». Los franceses comenzaron a calificarlos como la «gauche caviar» (la izquierda caviar). Y así, sin complejos, esta izquierda no encontró empacho en convivir con Marx y Louis Vouitton, Lenin y Moet Chandón, Mao y Pierrre Cardin y todos los iconos del lujo y las marcas exclusivas: una forma sugerente de snobismo. La «gauche caviar» en Francia no ha organizado barreras ideológicas más allá de opiniones personales. En realidad el toque de izquierdas resultaba una simpática contradicción que ilustraba un sentido lúdico sin excesivo calado político.
En España surge una mala copia de la «gauche caviar» a comienzos de la transición política. Aquí esa izquierda ejerce constante presencia en todos los foros públicos y medios de comunicación tratando de presionar e influir en la política española de manera determinante. Como nuevos profetas, aparecen desde hace años congregados tras una pancarta o firmando manifiestos con rutilantes eslóganes. Los de la «zeja», aplaudidores de Zapatero y bien engrasados de subvenciones del Estado, de las Autonomías, de las Diputaciones y de los Ayuntamientos, no parecen acomplejados por sus contradicciones. Cantantes, actores, directores, titiriteros y saltimbanquis han adoptado el tono solemne de catedráticos, filósofos o investigadores de talla universal. Y en ese tono se dirigen a los españoles con su irreductible monserga para situarse siempre en el tendido de sombra de la ventaja política y económica. Les falta ilustración y glamour, pero cada año estrenan esmoquin y trajes de lentejuelas en la gala de los Premios Goya imitando malamente a los actores y actrices de Hollywood.
Y ahora, más allá de su sainete sobre el «compromiso social», el nombre de Pedro Almodóvar ha aparecido en los Papeles de Panamá, que tanto escándalo están produciendo en el mundo entero. En dichos papeles hay una larga lista de personas que de algún modo están relacionadas con sociedades opacas llamadas «offshore», sobre las que recae la duda en relación a los impuestos que habrían de cotizar en sus respectivos países, y que, en algunos casos, podría ser constitutiva de delito. Ratas del capitalismo les llaman en inglés. Sobre las presuntas responsabilidades fiscales o penales, la Agencia Tributaria habrá de pronunciarse al respecto. Pero entretanto, el hermano de Pedro Almodóvar ha hecho público, sin rubor alguno, un comunicado en el que se declara responsable único de esta operación, lo que a los tertulianos y humoristas, también compadres de la ‘zeja’, les podría resultar incómodo por cuanto hace unos días se mofaban públicamente de la autoinculpación de Iñaqui Urdangarín en relación a la imputación de su esposa la infanta Cristina, declarándose responsable único en el caso Noos, al igual que ahora hace el hermano de Almodóvar respecto a los papeles de Panamá y sus posibles consecuencias, en el caso Almodóvar. ¿Les quedará algún chiste de reserva para este caso?, ¿alguna imitación? ¿Dónde está el ingenio de esas cadenas de televisión?
Los Almodóvar ya traían aprendido un cursillo. La sociedad panameña, creada en 1.991-1.994, presuntamente podría haber servido de cauce para sacar fuera de España los beneficios de sus films más taquilleros; Átame y Tacones lejanos, lejos de la lupa del fisco español. Y en consecuencia a su férreo compromiso con la izquierda solidaria e igualitaria, organizaron un entramado de sociedades y empresas participadas entre las que cabe destacar una SICAV, (¡horror!, deberían gritar Pablo Iglesias, Errejón y Monedero, que consideran a estas sociedades como una forma de evitar en España los impuestos que corresponden al común de los ciudadanos, y pretenden acabar con sus privilegios fiscales si llegaran a gobernar). Pues bien en la gestión de su SICAV (Macri Inversiones), los Almodóvar se dejaron llevar por la codicia y vieron la ocasión de multiplicar fácilmente sus beneficios e invirtieron en uno de los Fondos (Lux Invest) del estafador Número Uno, Bernard Madoff, y ahí palmaron como simples manchegos víctimas del engaño de un judío neoyorkino una cifra escandalosa en dólares que podría superar los cuatro ceros. Así que en Izquierda Unida no estarán para bromas y habrán quitado el poster de uno de sus portavoces más contumaces hundido ahora en el descrédito social. Pero viene al caso conocer de donde procede la inmensa fortuna que manejan estos dos perlas de Calatrava de la Calzada. Según publica el diario The Guardian en un artículo firmado por Paul Julian Smith, los Almodóvar acaparan las subvenciones al cine del Ministerio de Cultura de España. Y asimismo acaparan las dotaciones presupuestarias destinadas a promocionar el cine español impidiendo que otros directores noveles puedan optar a ello. El diario «Economía digital» acaba de publicar que la sociedad El Deseo, propiedad de los hermanos Almodóvar, ha recibido 6,4 millones de euros desde 2006 y reciben un euro de dinero público por cada cinco euros de taquilla. Y como guinda, hasta su viaje para asistir al Festival de Cannes fue también subvencionado por el Ministerio de Cultura con 60.000 euros. Todo indica una voracidad insaciable hacia el dinero que los españoles pagamos con nuestros impuestos. Los hermanos manchegos, alegres y creativos, se han travestido de empresarios, y además de su empresa productora de films, han registrado una empresa inmobiliaria, una sociedad de inversión (Dock inversiones), el Deseo Vídeo, El Deseo PC, el Deseo T.V, Lolailo, y otras. ¿Qué dirán los Bardem, Ana Belén, Miguel Bosé, Trueba, Miguel Ríos, Víctor Manuel, Willy Toledo y los corifeos pancarteros y abajo firmantes, agrupados todos en ese comunismo fetén?
Cosas del destino, Pedro Almodóvar, el gran paladín de lecciones sobre ética, moral y democracia, el terror de la derecha avariciosa e insolidaria, se codea en esta lista con personajes de talla universal adeptos a prácticas del capitalismo mas rastrero, las ratas del sistema; el testaferro de Vladimir Putin, dirigentes del régimen Chavista de Venezuela, el Clan de los Pujol, un primo del dictador de Siria, una hermana del Rey Emérito, dirigentes de China y Corea, dictadores, tiranos y mafiosos así como dos bisnietos de Franco, el recién dimitido José Manuel Soria…, y los que irán saliendo de esta lista del escándalo que parece interminable. Así como otros nombres que están en la lista de EE UU sobre tráfico de armas, narcotráfico y terrorismo…
Puro sarcasmo, aquí clamando contra la desigualdad social, elevando su voz por la solidaridad, enarbolando las banderas del radicalismo izquierdista. Y al otro lado del Atlántico, en esa lista sospechosa de evasores fiscales, que dejará huella, y aclara el verdadero compromiso social de tanto falso profeta. La izquierda caviar.
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    Acerca de Jose Maria Martinez de Haro

    Doctor en Derecho, Licenciado en Ciencias de la Información. Profesor y Periodista.Ha sido Director del Gabinete de Comunicación de D. Adolfo Suárez, Asesor de la Presidencia del Gobierno con D. Leopoldo Calvo Sotelo, Subdirector de Medios de Comunicación Social del Estado, Director de la Voz de AlmeríaConsejero de la Presidencia del Grupo 16, Profesor Colaborador de la Facultad de Derecho de la UCM